El litoral de la provincia de Alicante suma un total de 212 kilómetros de longitud, de los cuales 66 kilómetros pertenecen a las comarcas de la Marina Alta y la Marina Baixa, factor que ha determinado en gran medida la antigua vocación marinera de sus gentes.
En la actualidad, la Costa Blanca se ha convertido en un reclamo turístico de carácter internacional, y sus poblaciones ribereñas (Altea, Benidorm, La Vila Joiosa…) reciben anualmente millones de turistas, sobre todo en el período estival.
Debido a la proximidad de las montañas al mar, la costa presenta la peculiaridad de un perfil recortado, alternándose los acantilados y peñones con pequeñas calas y ensenadas de aguas cristalinas y siempre apacibles, enmarcadas en parajes de gran belleza.
En cuanto a la hidrografía comarcal, hay que decir que no existen grandes cursos de agua, sino que más bien se trata de típicas ramblas mediterráneas. Este hecho ha supuesto históricamente que la escasez de agua se convierta en un verdadero handicap en estas tierras.
En consecuencia, el Embalse de Amadorio, otro de los grandes referentes paisajísticos del entorno, tiene por objeto regular los caudales del río Amadorio y su afluente el río Sella, a fin de mejorar y ampliar el riego y el abastecimiento de las ciudades de Benidorm y La Vila Joiosa.
Construido en 1957 y de propiedad estatal, el embalse tiene una capacidad de 15 Hm3 de capacidad, con una presa de gravedad de 63 metros de altura y 318 metros de longitud de coronación, con aliviadero de compuertas de 400 m3/s de capacidad. La superficie de la lámina de agua es de 83 has.